Códice de Kratos[]
Los gases venenosos que emite esta criatura competirían con los de cualquier volcán en erupción de Grecia. El aire a su alrededor olía a podredumbre y a mosto de hace varios inviernos. Vimos muchas sombras en Svartalfheim y creía que era imposible que pudieran llegar a ser más letales. Me equivocaba.